viernes, 30 de noviembre de 2012

Gravenhurst_the ghost in daylight [2012,warp]

A Gravenhurst, proyecto personal de un inglés muy delicado llamado Nick Talbot, los conocí por casualidad hace unos años al toparme con un e.p. llamado “Black Holes in the Sand”. Quedé prendado de su sonido, evocador de soledades, paisajes desnudos y penumbrosos… canciones tranquilas que se balancean entre el acorde y el silencio. 

Talbot resulta ser un personaje con una historia la mar de triste a cuestas. Apasionado del pop etéreo, lo dejó todo allá por los noventa para instalarse en Bristol, cuna del movimiento dream pop, trip pop y loquesea pop, donde operaban algunas de sus bandas favoritas, como por ejemplo Third Eye Foundation o Flying Source Attack; allí fundó una banda llamada Assembly Communications y empezó a darse a conocer, llegando incluso a atraer la atención de algunas grandes discográficas. Pero cierto día uno de sus músicos mientras montaba en bicicleta fue arrollado por un camión (nada menos), y aunque Nick trató de que la banda continuara con su prometedora carrera no tardaron en disolverse, acogotados por el dolor y la pena. 

Según parece, nunca se recuperó del todo, y desde entonces se dedica a producir (como Gravenhurst) su particular folk-rock agridulce, del que dicen por ahí que guarda un cierto parecido con el rock de My Bloody Valentine. No se, como nunca he tenido ganas de escuchar a un grupo con un nombre tan pésimo no sabría que decir al respecto… 

"The Ghost in Daylight" está en un acertadísimo punto donde va a gustar tanto a los que sean poco aventureros como a los que gusten de música más puntiaguda, ya que es a la vez folk-rock muy digestible y un disco lleno de matices bizarros, toques leves de psicodelia y rincones oscuros. Pero de toda su discografía, si os he de recomendar alguno más de sus trabajos aparte de este “The Ghost in Dailight”, sin duda merecen la pena ser escuchados el e.p que antes os comentaba y su segundo larga duración, “Fires in Distant Buildings [2005,warp]”, unas obras maestras donde hasta incluso se incluye alguna versión de los conocidos y afamados Hüsker Dü.





martes, 20 de noviembre de 2012

Bloc Party_silent alarm [2005,vice records]

Hace un par de recomendaciones cité algo referente a Bloc Party, y creo que ahora es un buen momento para volver a ellos y entrar algo más en materia… 

Este cuarteto londinense liderado por el exótico Kele Okereke, (exótico no por el nombre, si no por ser un cantante de color en un grupo de rock… a mi no me vienen muchos más al tarro) lleva haciendo ruido desde 2003, año en el que decidieron reunirse para formar The Anger Range, germen de lo que algo más tarde acabaría siendo Bloc Party

Hace unos meses que publicaron su cuarto trabajo llamado “Four [2012,atlantic]", pero yo en cambio, como habréis comprobado, me propongo recomendaros el que fue su debut, “Silent Alarm [2005,vice records]”. ¿Por qué, os preguntareis?... Pues bien, pues porque a lo que a mi respecta se podían haber quedado en “Three” [Intimacy, 2008,atlantic], o casi en “Two” [A Weekend in the City, 2007,vice records]. 

Ya con “Intimacy” me llegaron las dudas acerca del futuro de la banda. Esos devaneos con la electrónica nada claros dejaban a entrever que el grupo andaba en la búsqueda de ellos mismos. Un álbum disperso donde aparecen temas que podrían haber estado en “Silent Alarm” y otros con un corte totalmente distinto cargados de secuenciadores y sintetizadores que, aunque ya habían aparecido en “A Weekend in the City”, no lo hacían con esta intensidad. A veces melancólico, gris, deprimido, a veces grandilocuente y rabioso. Lo escuchas y es un disco que no sabes si va o viene. 

Y ahora, después de 4 años de silencio vuelven con “Four”… que ya se podían haber quedado callados, por cierto. Y es que parece que últimamente Okereke ha caído en el divismo y anda poco centrado… así pasa, que cuando vuelves, lo haces con una gran ñorda bajo el brazo. Amigos, no le he concedido ni la escucha de rigor. A lo sumo 7 u 8 temas. Es como si a la banda la pusiéramos frente a una piñata y ellos diesen palos para todas partes a ver si con alguno aciertan. Baladas, medios tiempos, temas enérgicos en clave punk y casi hasta algo de heavy casposo… una suma de despropósitos. 

Visto lo visto, ya os adelanto que no habrá “Five”. Me juego unas cañas. 

Así que con estas, volvamos a “Silent Alarm”, su estupendo álbum de debut. Temas directos e irreverentes, con letras cargadas de ironía y humor. Sin ser una maravilla, este álbum gusta a los oídos y entra de una forma asombrosa. Invita a moverse y a soltar adrenalina, y todo ello a pesar de ser algo largo. 

Se puede pensar que “Silent alarm” es un disco pasajero, un álbum más dentro de la moda de volver a los tiempos de aporrear baterías vestidos de mod, o de traje y corbata, y reivindicar tonterías sin sentido. Pero a mi personalmente es un álbum que en su momento me dejó poso, un muy grato sabor de boca… por eso me molestan tanto los derroteros por donde ha tirado Bloc Party, por eso os he soltado la indignada chapa de hoy, jajjaja!! 

Que a gustito me he quedado…



¿helicopter, por ejemplo?



sábado, 10 de noviembre de 2012

Blood Red Shoes_box of secrets [2008,cooperative]

Oriundos de Brighton (allá donde en sus playas, rockers y mods se ponían finos a galletazos en los 60’), Laura-Mary Carter y Steven Ansell, conforman Blood Red Shoes, dos entusiastas del punk que se reunieron a finales de 2004 tras la desaparición de sus bandas anteriores. El nombre de la banda, según dicen, es en honor a la legendaria bailarina Ginger Rogers, quien segun contó alguna vez, tuvo que repetir tantas veces una escena de baile de una película, que sus zapatos blancos terminaron bañados en sangre. Amigos, esto es un nombre currado para un grupo!! 

A ver, que me voy… después de un par de ep’s, el grupo ya contaba con material más que suficiente para lanzar este estupendo “Box of Secrets”, producido por Mike Crossey (Razorlight, Arctic Monkeys). Sonido post punk, con un registro vocal similar al de PJ Harvey, añadiendo guitarras bailables, mezclado todo en una batidora turbo a la velocidad de la luz. Un grupo curtido a base de directos que, antes de editar este disco de debut, ya se habían echado a las espaldas más de tres cientos conciertos. 

Hay quienes los comparan con The White Stripes, por aquello de grupete rockero chica-chico con momentos de mala leche, pero en mi más humilde opinión, aunque en momentos pueden recordar, el sonido de los estadounidenses tira más hacia el blues, más hacia ese sonido folk americano de raíces tan característico en ellos (siempre recuerdo a Jack White en su papel en la peli Cold Mountain), dejando a los británicos más cerca de los Yeah, Yeah, Yeahs, de The Kills o de los galeses The Young Knives.

La que se puede montar con una guitarra y una batería!!