jueves, 30 de mayo de 2013

Moscow Olympics_cut the world [2008,happy prince]

Estos grandes desconocidos llamados Moscow Olympics, son un quinteto de veinteañeros originarios de las lejanas Islas Filipinas. Lo que nos ofrecen en esta, su primera entrega, “Cut the World” es una mezcla de atmósferas post-punk y dream Pop, con pequeños toques de shoegaze. 

Trabajo redondo, directo, perfecto, en el que las guitarras abundan, los ritmos de bateria son rapidos y las voces, susurradas. Este primer trabajo de los filipinos, de tan solo 28 minutos de duración, es sin duda, una serie de canciones bien realizadas. 

Te gustarán si eres de los que se deleitan con New Order, Joy Division o los Cure de la época del “The head on the door”… 

No digo más…







miércoles, 22 de mayo de 2013

De andanzas por Tierra Estella

El pasado puente de Mayo tuvimos ocasión de escapar del mundanal ruido y hacer una escapadita a mí querida Navarra. Más concretamente la zona oeste de la provincia, la llamada Tierra Estella, donde se puede disfrutar de la naturaleza de los bosques atlánticos y del paisaje mediterráneo, de sus sierra y de sus llanos, del verde y del amarillo de sus campos del colza ahora en primavera, de sus mezclas. Además es una zona estupenda para plantear excursiones a las cercanas Logroño, Vitoria, Pamplona y como no, la propia Estella, todas ellas a menos de una hora en coche, lo que para los que somos de Madrid es no quedar demasiado lejos… 

Tres ideas en mente si la climatología acompañaba. Conocer el parque natural de Izki, recorrer algún tramo de la Vía Verde Vasco-Navarra y hacer alguna pequeña incursión por Sierra Urbasa. Hubo suerte y pudimos hacer las tres cosas, y además, realizar alguna de esas escapadas a las urbes antes citadas. 

Los dos primeros días de nuestra estancia fuimos acompañados de Neli y Victor… ya sabéis, a la que podemos nos arrejuntamos… no con todo el mundo se hacen buenas migas ;) 

Junto a ellos disfrutamos de un paseote por Estella, de unas tapas a deshoras en Vitoria (pero mu’ ricas) y de una embarrada ruta por el parque natural de Izki. Situado al sudeste de Álava, fue declarado Parque Natural en 1998. En sus 9.143 hectáreas alberga una enorme diversidad de paisajes y es el tercer parque más grande de la Comunidad Autónoma del País Vasco. 

Esencialmente, Izki es bosque y roca. Principalmente un marojal, pero también hayedos, carrascales, alisedas, quejigales, bosques mixtos, abedulares, bosquetes de álamo temblón, robledales... que cubren gran parte de este espacio natural. Pequeños ríos surcan el valle. En algunos puntos aflora el agua formando charcas, trampales e incipientes turberas. Con alguna topamos, os lo aseguro…En estos humedales, aparte de una interesante fauna de anfibios y aves, se desarrolla una valiosa flora, como el nenúfar blanco y una rica variedad de plantas carnívoras. Nosotros enredados con el no caer en ningún charco, poco vimos…jajja!! En el cielo, planeando por encima del bosque, destacan las esbeltas figuras del águila real, el halcón peregrino, el alimoche y el buitre, que descansan y crían en los majestuosos cortados calizos de las cumbres de Izki. Los amplios pastos de las zonas altas, donde se alimentan vacas, yeguas y ovejas, delatan la presencia del ser humano. Un amplio patrimonio cultural transmite la historia de estos valles y montañas: cuevas artificiales, ermitas, poblados fortificados, túmulos, caleros, castillos, restos arqueológicos... y como colofón el pueblo medieval de Korres, único núcleo habitado en el interior del Parque, punto en el que dimos inicio a nuestra ruta. 

La zona muy chula, la verdad, igual con algo menos de humedad la hubiésemos disfrutamos el doble, pero no hay que pedir peras al olmo… bastante es que apenas nos llovió. 


Tristes por la marcha de nuestros buenos amigos, al día siguiente nos dimos a la zampa, jajja!! Y por la tarde a pasear por la capital riojana… que bonica ella. Soo y Juan, grandes conocedores del lugar, nos recomendaron unos cuantos sitios a lo que ir a ponernos finos de tapas, y allí dieron nuestros huesos… Gracias por la guiá del pintxo!! P.D.: sorry!!, ya se que alguno querrá el track de esta ruta, jajja!!, pero olvidé encender el gps... :(

Como ya sabéis, me gusta hacer de todo un poco, y como el tiempo era proclive, al día siguiente BICI!! Aprovechando que estábamos alojados, casualmente, jajja!! junto a la Vía Verde Vasco-Navarra, había que hacer un tramito no?, pues ale, a darle al pedal. 
Allá por el siglo XIX, se impulsó un proyecto ferroviario mediante el cual se pretendían unir Bilbao y Vitoria-Gasteiz por Durango mediante un ferrocarril de vía estrecha. Los hermanos Herrán fueron los artífices de esta obra que, superando infinidad de contratiempos se llevó acabo en dos tramos; desde Vitoria-Gasteiz hasta Mekoalde (1919) y desde la capital alavesa hasta Estella (1927): Esta línea dio por finalizada su andadura en 1967 y desde entonces hasta ahora la mayoría de la infraestructura ha sido desmantelada y su trazado reacondicionado como vía verde. 

Nosotros hicimos alrededor de 40 kilómetros, entre Acedo y Antoñana y tuvimos la ocasión de pasar a la ida y a la vuelta por el largo y frio túnel de Arquijas, de algo más de 1400 m de longitud. No hacen falta linternas, ya que tiene un sistema de iluminación con placas solares y detectores de movimiento. Según vas avanzando, se van encendiendo las luces, pero eso sí, abrigarse antes de entrar, porque la humedad una vez dentro es tremenda… 


Y para rematar, visita al parque natural de la Sierra de Urbasa, donde hace millones de años el relieve de una gran meseta conocida como Zunbeltz o Lizarraga cambió para siempre. Sucedió un gigantesco hundimiento tectónico que provocó la apertura de un gran pasillo entre las ya conocidas sierras de Urbasa y Andía. A caballo entre la Navarra atlántica y mediterránea, ambas forman un extenso Parque Natural al oeste de la Comunidad Foral. 

Prados y frondosos hayedos alternan en este espacio protegido de paisaje idílico, cuyo borde sur cae bruscamente sobre el Valle de las Améscoas formando el impresionante mirador natural del circo del nacedero del Urederra, lugar elegido para marcarnos la ruta del día, aunque luego acabáramos disfrutando de una buena siesta en uno de sus innumerables prados. 

El Nacedero del Urederra es la salida natural y mayoritaria del importante acuífero formado en el macizo kárstico de Urbasa. Se produce en la pared, casi cortada, del extremo NO del término de Baquedano, a unos 630 metros de altitud frente a los más de 900 que alcanza la cresta superior de dicha pared. La evacuación del agua de Urbasa ha modelado, en el transcurso de millones de años, la muesca producida en el reborde meridional del macizo y que constituye un anfiteatro rocoso de notable belleza. 


Unos días intensos en cuanto a actividades, pero relajantes en cuanto a contenido. Un disfrute y una desconexión de lo cotidiano que, de vez en cuando, el espíritu agradece…


lunes, 20 de mayo de 2013

Low_the invisible way [2013,sub-pop]

Parece ser que para los que vienen a conocer a Low de largo, este es su dieciseisavo trabajo de estudio, “The Invisible Way” puede resultar un trabajo algo menor. Este no es mi caso pues, acabo de descubrirlos, y de trabajo menor, nada de nada… 

Los de Minnesota, parece ser que se meten en muchos charcos… rock alternativo, dream pop, slowcore, algún filtreo con la electrónica… pero en este trabajo a mi suenan más folk que ninguna otra cosa, algo con lo que quizás tenga que ver la presencia de Jeff Tweedy, cabeza pensante de los consagrados Wilco, quien ha sido el elegido para producir esta vez a los norteamericanos. 

Álbum orgánico, impecable en cuanto a composición y ejecución. Igual de escaso contenido, lineal e incluso algo monótono, lo que a alguno le podrá chirriar, aunque también tendrán que reconocer que contiene algunos singles potentes: “plastic cup” resulta una canción fiel al estilo musical que siempre ha llevado la banda; “so blue”, uno de los platos fuertes del disco junto quizás a la sensible “clarence white”; “just make it stop” es, bajo mi punto de vista, la canción por excelencia del disco, con una dulce melodía, un piano que va cobrando protagonismo a medida que va avanzando el single, y unas voces que te consiguen meter de lleno en el juego musical de Low. También el cierre, con “to our knees”, resulta bastante acertado... 

En fin, que pa’ gustos los colores!! 

Seguiré adentrándome en los diferentes mundos de Low, que según cuentan, resultan sorprendentes y enigmáticos…







viernes, 10 de mayo de 2013

Songs: Ohia_didn´t it rain [2002,secretly Canadian]

Semanas atrás me llamó la atención la noticia de la muerte del cantautor norteamericano Jason Molina a causa de los problemas ocasionados por sus excesos con el alcohol. 

La música con alma de bluesman de Molina llegó a mi vida a través de Songs: Ohia, trístisima y oscura versión del cantautor folk neocountry, con discos desnudos y ciertamente hondos por el agujero emocional que parecían llevar encima. 

Tras una primera etapa y después de que en 2003 editase el disco “The Magnolia Electric Co.” a nombre de Songs: Ohia, cambió el apelativo que usaba para su música por, simplemente, Magnolia Electric Co., donde muestra una voz absolutamente demoledora. 

Este “Didn´t It Rain” que os traigo hoy, intenta recomponer, ya de inicio, aquel terrorífico golpe moral llamado “Ghost Tropic”, su primer trabajo que, no sólo creo que es la mejor obra de Songs:Ohia, sino uno de los ejercicios musicales más destructivos que haya podido escuchar. 

A poco que rascas en las letras de las canciones, te das cuenta de ello… 

it was hard to love a man like you 
goodbye was half the words you knew 
while you was waiting for me not to call 
i sent my love, i sent my love 
in a life built out of only goodbyes 
is there even room for you to try 
while you was waiting for me not to call 
i sent my love, i sent my love 

Este es quizás, el motivo por el prefiero acercaros al sonido de este “Didn´t it rain”, donde Molina ataca su incurable tristeza desde un vértice algo menos crítico, con una ofensiva que se acerca sobremanera al blues, sobre todo cuando el cantautor se hace acompañar de una banda completa. Su country casi gótico, se matiza con elementos blues y rock para darle mayor robustez a las canciones. Como ya he dicho antes, sin tratarse del mejor disco de su carrera, “Didn´t It Rain” cobra suma relevancia por la adopción de nuevos registros y nuevas exploraciones emocionales. 

Molina publicó el pasado año “Autumn Bird Songs”, mientras estaba trabajando en una granja de West Virginia para cubrir parte de los gastos médicos creados por su adicción. 

Sirva este pequeño comentario como tributo y agradecimiento a su talento. 

Descanse en paz.