domingo, 2 de febrero de 2014

Carabaña - Ambite - Mondejar - Estremera



El pasado domingo, junto a los compañeros del CAMBP, realizamos una de las rutas llanas más exigentes que se puedan hacer por la zona, un recorrido pistero de 65 kilómetros por la comarca de Las Vegas, cargada de subi-bajas, caminos blandos y algún que otro repechón de los de órdago a la chica...

Desde Carabaña, punto de inicio y final, cogemos la Vía Verde del Tajuña hasta la localidad de Ambite. Zona de umbría, el termómetro del GPS llegó a marcar los -3ºC... ni que decir tiene que en cuanto llegamos a Ambite hubo que hacer parada y fonda en el bar de turno, jajjaja!!...los meñiques me estaban abandonando!!

A la salida de Ambite espera el arreón del día, un repechón que atraviesa la urbanización Sierra de Tajuña y que nos lleva hasta la zona de los llanos de Guadalajara, 1600 metros de subida con una pendiente media del 12%, aunque os aseguro que en algún repecho hay algo más...

Una vez arriba, nos adentramos ente viñedos hasta llegar a Mondejar, pueblo que atravesaremos en nuestro caminar. Entre Mondejar y Brea de Tajo se encuentra, quizás, la zona de mayor desgaste de la ruta, donde es importante dosificar esfuerzos, ya que las constantes y breves subidas y bajadas te pueden acabar pasando una mala jugada.

En Brea de Tajo, parada a reponer fuerzas. Henry tiró de ahorrillos, ya que fue su cumple en pasadas fechas y deseaba tener un detalle... así pues, Felicidades y Gracias!!

Entre Brea y Estremera, un poco de todo... subidita por asfalto, bajada por una pista entre pinares para, poco después, llegar a un llano que daría paso a una subidita larga y tendida. Aquí ya las fuerzas te dicen si Si o si No...

Una vez en Estremera solo queda coger la Vía Verde de los 40 días, para llegar al punto de partida. Tramo de alrededor de 12 kilómetros, mitad subida, mitad bajada que acabará por deborar el resto de tus fuerzas... si es que a estas alturas te quedaban, jajja!!. También llamada Vía Negrín, fue construida, dicen, en tan sólo cuarenta días para abastecer a un Madrid asediado por las tropas de Franco. Ferrocarril estratégico de vida efímera, hoy parte de su recorrido es una vía de escape para la cercana capital y un apacible paseo por el territorio agrícola del sureste madrileño.

Ruta durilla y exigente, muestra de que no es necesario ir a la sierra para darte una buena paliza...






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