Cádiz - Mérida

Queriendo imitar a Wim Wenders en su famosa película de los 80, París - Texas, esta escapada al Sur la he querido llamar Cádiz - Mérida... jajja!!, ya se que no es lo mismo, pero la furgoneta es para lo que da amig@s!!. También podría haberla llamado "como escapar de la lluvia", o sencillamente, y es un título que me gusta mucho: "que viva la kostra!!", pero finalmente he querido ir de erudito del cine y tomar la primera opción. ^_^

Los que me conocéis bien, sabéis que el tema del calor no es uno de los más apreciados por mi persona. De bajar al Sur, tengo claro que hay que hacerlo o bien en primavera o bien en otoño casi invierno, de lo contrario corro riesgo de ser devorado por humedad y temperatura al unísono, aunque ya se que en Cádíz es distinto, el famoso viento de levante siempre ayuda a mitigar los efectos de los dos anteriores...

¿¿Y que mejor momento para dejarse caer que este??

Pues eso. Puesta de largo kostraneta 2012!!

Si bien es cierto que mi maltrecha espalda no me ha dejado preparar la furgo al 100% esta vez, casi casi que lo hemos conseguido. Siempre hay que pensar en mejorar la kostra. Sacarla lustre... estoy enfrascado en la fabricación de un tendederooo, jajja!!, ya veréis, ya veréis!!

El caso es que carretera y manta, como dicen mis mayores. La idea fundamental era visitar Cádiz, la capital. Y no para disfrutar de sus callejuelas, su ambiente y monumentos. No. Lo primordial era visitar, de una vez por todas, la freiduría de Las Flores!!, situada en la plaza del mismo nombre. 

Años atrás mi compañero de trabajo, Joze "er quillo", me taladró la cabeza con que si alguna vez bajaba a Cádiz, no dejase de visitar dicho lugar, donde podría disfrutar de la mejor fritura de la ciudad, siempre bajo su modesta opinión, claro. Muchos son los amigos e incluso familia que han pasado por Las Flores bajo recomendación... mía!!, ¿como era esto posible?, jajja!!, manda pelotas!!

El caso es que al fin he catado la fritanga del lugar, y lo cierto es que hay que hacer justicia al "Quillo". Rica, está. Y un rato oiga!!

Y... bueno, aprovechando que ya andábamos por allí, jajja!!, recorrimos parte de la Costa de la Luz: Conil, Vejer de la Frontera, Caños de Meca, Barbate, Azahara de los Atunes...

De ahí, incursión al interior. Visita al Parque Natural de los Alcornocales y estancia fugaz en el de Grazalema. Lo justito para catar el venadito en salsa, las albóndigas caseras y la rica y tradicional repostería, jajja!!

Cuando leí que Grazalema es el pueblo con mayor índice de pluviosidad de la Península Ibérica, no dí crédito a lo que leia, la verdad. Uno espera leer que sea un pueblito del interior vasco o asturiano, no se. En fin, nos bastó una sola noche para comprobarlo, jajja!!. 

He visto llover en muchas ocasiones, ok?. Creo que donde más pude ver llover fue en el viaje kostra a Escocia. Lluvia fina, lluvia de temporal, chaparrones, tormentas... Tanto vi llover y durante tantos días que la propia lluvia me devolvió a la piel de toro, jajja!!. Pues bien, Grazalema creo que superó todo esto. Que aguacero, my good!!. Casi pudimos pegar ojo por el ruido ensordecedor de la lluvia golpeando la chapa de la furgo!! Tremendo,  de verdad...

Así que como no pudimos patear monte, pues a mirar el mapa. Las mini vacaciones no podían concluir así amig@s.

La elegida fue Mérida. No conocíamos sus famosas ruinas romanas, así que decidimos que eso no podía continuar así. En fin, que os puedo contar... salmorejo, algo de caza, bla, bla, bla... ^_^