El trio calavera ataca de nuevo!!A falta de deslumbrantes ideas, hemos decidido tirar para la Fuenfría, hacia lo seguro. En esta época del año es una gozada darte un paseito por alguno de sus múltiples senderos, entre pequeños regatos, frondosas arboledas y verdes prados.
Al llegar a Cercedilla, lo primero que hemos hecho ha sido hacer parada y fonda en el horno que hay en la entrada del pueblo, y agenciarnos el pan de la fotico, que hemos dado carril a la hora de la comida.
Al llegar a Cercedilla, lo primero que hemos hecho ha sido hacer parada y fonda en el horno que hay en la entrada del pueblo, y agenciarnos el pan de la fotico, que hemos dado carril a la hora de la comida.
La ruta ha estado curiosa. Casi sin darnos cuenta, nos hemos aventurado por la ruta de puntos verdes. Luego nos hemos enterado, para nuestra sorpresa, que dicha senda, es la auténtica calzada romana, y que la que todo el mundo piensa que es la calzada romana, en realidad se llama calzada borbónica. Agarrate!! La romana está practicamente semienterrada, y la borbónica, pese a los cascotes que presenta, resulta que es mucho más reciente... de finales del XVIII. Lo cierto es que discurren muy cerca la una de la otra, y que incluso en algunos momentos se cruzan...en fin, cada vez entiendo menos.
Al llegar a la Fuenfría hemos tirado por la sendas de los Corpes hasta el collado Ventoso, y de ahí, hasta Los Miradores para, posteriormente, dejarnos caer por la pista hasta Majavilán.
Todo genial. El pan, el vino picao, los pimientos de Eun Young... la compañía, la charla, la chapa al Txomin (sabes que te quiero, tío ;)
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