domingo, 10 de julio de 2011

Pequeña incursión a Gredos!!

Había que dar estreno a la tiendica ultraligera del Décarton. Desde luego hay que reconocer que estos franceses son unos hachas y que no dejan parcela sin explorar. Vaya tienda guapa de dos kilos de peso que hemos pillado!!

Y donde mejor que Gredos para mancharla de tierra y polvo??
Encontrar un sitio tan cercano como este y que de tanto juego es difícil, así que convencidos de ello, al lío!!
El viernes por la tarde, primera parada en el camping de Hoyo del Espino. Bastante tranquilo para ser fin de semana pensamos, jajja!... al día siguiente llegaron un super grupo de moteros, de los de chalequito de cuero y gorras sureñas... de los de Harley Davidson... Cada vez que tiraban de moto, el valle temblaba... pero es lo que hay, y la verdad es que el resto del día se apalancaban en el bar y ni se les oía...
El camping estaba bien, al menos la parcelas tenían algo de césped, cosa que por estas latitudes es extraño de encontrar. Y nos quedo por descubrir una piscina natural que había junto al camping que cuando la vimos estaba a media altura, cosa que nos decepcionó, pero al día siguiente, justo cuando nos marchábamos del lugar la vimos rebosante del líquido elemento y nos quedamos boquiabiertos. Habrá que repetir, dijimos al unísono...

Pues eso, a eso de las 6 de la tarde, no dirigimos hacia la famosa Plataforma de Gredos, punto desde el que parten algunas de las rutas de dicha sierra. Para los que os estéis diciendo "vaya horitas para echar a andar, no?", os explico que como la intención era llegar simplemente hasta el refugio Elola, a los pies del Almanzor... ¿para que pasar calor?, total, son alrededor de 6 kilómetros, osea que nos daba tiempo de sobra para llegar y montar el chiringuito. Cenita calentita, porque la verdad es que hacia algo de frío, y a estrenar la tienduca!!

Aunque la noche fue fría, dormimos requetebien embutidos en nuestros sacos, y ya había subido bastante el sol cuando nos decidimos a salir a que nos diera el viento. Desayunamos a lo grande, tirando de hornillo y todo, jajja!!... si es que somos unos profesionales!!. Mochila al hombro y a gastar suela!!

La idea era atacar desde allí mismo las Cinco Lagunas. Yo había visto antes sobre el mapa y con el gps (muy a la ligera... ups!!) que la distancia entre el refugio y las lagunas no era muy grande y que, sumándole los kilómetros de regreso hasta la Plataforma, quedaba una rutilla bien chula...
En lo que no me fijé fueron en las curvas de nivel!!, jodo!!... first and last time!!
No hacíamos más que subir, subir, subir, mirar hacia el valle... subir... buff!!


Eso si, las vistas chulísimas, y una vez arriba, cuando miras hacia atrás...
Para llegar a los pies de las lagunas, había que bajar desde un collado tan solo un kilometrillo, pero con una pendiente brutal, osea que decidimos quedarmos arriba, comer y descansar un ratito.
La vuelta, mucho más liviana, claro, cuesta abajo... pero lo cierto es que ya llevábamos mucho recorrido acumulado, y además el peso de las mochilas ya empezaba también sobrar, con lo que nos sentíamos más bien así:


Jajja!!... pero la verdad es que estubo bastante chulo y, aunque quedamos para el arrastre, la experiencia nos resultó muy agradable y ya estamos mirando mapas y planos para hacer, no tardando, algún treking de un par de días...

El atascazo del viaje de regreso a casa es otra historia... :(


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