sábado, 21 de enero de 2012

Siete Picos

Yeeepa!!

Ya, ya me he dado cuenta que la crónica de esta escapadita al monte se me ha pirado totalmente. Es lo malo de dejar pendiente las cosas de un día para otro… porque luego es otro, y otro, otro más… hasta que consigues que se te acabe olvidando. Pero bueno, de mediados de Enero hasta acá tampoco ha pasado tanto tiempo… ni tantas cosas, jajja!! MIAU!

Y como rectificar es de sabios y como nunca es tarde si la dicha es buena, rememoremos la subidita a Siete Picos, ruta que, por fin puedo decirlo, puedo tachar de la lista de “pendientes”. Tras varias intentonas, siempre acababa por no completarla en su totalidad por algún motivo u otro pero hoy al fin la hemos dado carril!!. Y no ha estado fácil, que conste, alguna que otra dificultad hemos tenido que encarar, pero gracias a que siempre me hago acompañar por aguerridos y osados montañeros…  Ö , Siete Picos ya forma parte de la categoría: “ah si, pero esa ya la hemos hecho, ¿no? “ con lo que quedará descartada para los próximos… ¿mil años?. No entiendo muy bien esa rara manía que tenemos de intentar siempre hacer rutas distintas, aunque algunas sean un truño, hay que reconocerlo. Imagino que es algo innato de nuestra naturaleza, el buscar siempre algo distinto y novedoso… no se. Que me piro!!

Siempre es un gran placer subir al monte con amigos, pero si son los figuras con los que hemos compartido risas hoy, placer no es la palabra… va de placer en adelante!! (esto ya lo vas pensando tu, ¿ok?)

El día estaba pintón. Soleado. Eso sí, con un “refrescante” viento del norte que te impedía bajar en exceso la cremallera del abrigo. Pero me remito a lo de antes… siendo como somos pues, “tó p’alante”.

Pisando nieve, que siempre es un placer, llegamos en poco rato al primero de los Siete Picos, homónimo a la ruta. Allí apretó el hambre, jajja!!... como somos… así que, al resguardo de un canchal, bocata al canto!!. No recuerdo muy bien cuales eran los contenidos, pero si recuerdo que, viendo a Víctor sacar viandas del zurrón, confirme aún más lo que ya sabía: “este tío además de tener bigote, pilotar mazo de música, ser alto y fornido, es un jod**o sibarita!”

En fin. Tuvimos que acabar el bocata a toda castaña, porque se levantó, y ahora en serio y con mayúsculas, un viento del norte acompañado de abundante nubosidad (niebla J), que nos dejó helados…  no, lo siguiente. Pero a lo que vamos, siendo aguerridos como somos…

Entre tiritonas y resbalones con el fucking hielo llegamos a los pies del Majalasna que, bordeándolo de mala manera te acaba poniendo en el famoso Collado Ventoso, lugar acostumbrado para dedicarte una paradita, alabar el entorno y regodearte de los que no tienen como hobby subir al monte… yo al menos lo hago, jajja!!. Pero hoy ni paradita ni nada parecido… viendo como estaba el día, no era lo más apropiado, así que Senda Schmid y para el Puerto de Navacerrada.

Entre más resbalones conseguimos llegar de una pieza al asfalto, donde los aguerridos, de forma unánime, decidieron apretarse un buen caldo caliente. Aguerridos, Si. Disfrutones, también… por eso que acabamos en el Julian´s, jajja!!, donde aguerridamente acabamos por ponernos morados, jajja!!

… pero eso es otra historia… Agur!!



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