lunes, 10 de diciembre de 2012

The black keys_brothers [2010,nonesuch records]

A The Black Keys, éstos oriundos de Akron, Ohio, les ha costado llegar a lo más alto. Desde hace tiempo todo el mundo tararea el estupendo y pegadizo “lonely boy” extraído de su séptimo trabajo “El Camino [2011,nonesuch records]”. Y pongo énfasis en lo de séptimo porque los Black Keys, amigos, no son unos recién llegados.

No hay que olvidar sus orígenes. Comparados desde un principio, de forma casi inevitable, con The White Stripes, (de los que últimamente hablo mucho ¿no?), su sonido garaje rock siempre ha resultado más duro, más áspero y purista que el de los de las rayas blancas.

Cuando lanzaron este “Brothers” Patrick Carney (batería y 50% de The Black Keys) aseguraba que este es el álbum que él y su compinche Dan Auerbach siempre habían querido grabar, pero que todavía no habían crecido lo suficiente como músicos para hacerlo. Habrá que creerle, aunque más que crecer a mi me da en la nariz que se trataba de una cuestión de puro y duro atrevimiento. Ese lanzarse y quitarse los corsés para dotar a tu musculoso rock basado en el blues y el garage más rudimentario y minimal, de grandes dosis de soul music, groove y pequeños detalles de producción que vayan más allá de los salvajes riff de guitarras de uno y el aporreo machacón del otro.

Es cierto de desde que cayeron en manos del afamado productor Danger Mouse (Gnarls Barkley, Broken Bells) allá en 2008 para la producción de “Attack & Released [nonesuch records]”, antecesor de “Brohers”, su sonido giró hacia nuevas texturas, revelándose como un ejercicio de ventilación salvaje del fantástico y genuino blues crudo y rancio que venían ejecutando hasta la fecha. En este “Attack & Released” ya se podía apreciar cierto coqueteo con el soul que, a la larga, es lo que ha hecho del sonido de The Black Keys algo rematadamente cool, sin perder por ello un gramo de genuinidad.

En “Brothers”, el sonido es mucho más elaborado que el de sus primeros álbumes. Ahora se incluyen coros, órganos o instrumentos de viento, que es mucho más de lo que ofrecía su sonido minimalista de principios de la década, pero sobre todo, un sonido más depurado y limpio. Esos coqueteos con el blues y el soul, de los que antes os comentaba se podían apreciar en el anterior trabajo de la banda, ahora son mucho más que guiños y homenajes, convirtiéndose en una pieza clave de su estilo, que esperemos sea por mucho tiempo, pues este cambio, es más bien la constatación de la evolución de su sonido.

Aparcar el “lonely boy” durante unos días y disfrutar de este “Brothers”, que es toda una joyita.



...y un conciertako para los que dispongáis de tiempo donde también se incluyen temas de "El Camino [2011,nonesuch records]...


No hay comentarios:

Publicar un comentario