Se venía rumiando. Había ganas de darle de nuevo a la de dos ruedas desde que nos estrenamos como grupeta allá a mediados de Enero. Hace unas semanas hubo un amago de cumplir, pero la lluvia nos obligó a quedarnos en casa. Esta vez, previa consulta meteorológica, al monte!
La ruta recorre parte de las inmediaciones de la sierra oeste de Madrid. Parte en Navalagamella y tras pasar por Fresnedillas de la Oliva, el recorrido, a veces pista a veces sendero, se interna entre encinares y vegetación de monte bajo, hasta llegar a la famosa silla de Felipe II, de la que se dice que era el lugar desde donde el rey Felipe II vigilaba las obras del Monasterio de El Escorial, que se extendieron desde 1563 hasta 1584. Las plataformas escalonadas que aparecen sobre el canchal granítico, así como los cuatro asientos situados en la plataforma de la zona norte, fueron mandados labrar por el rey para facilitar su estancia y la de sus acompañantes. Otra teoría sostiene que la Silla de Felipe II
no fue construida en época de este rey y que tampoco sirvió de mirador de las obras del Real Monasterio, por lo lejano y rasante de la panorámica así como otros indicios. Según dicha hipótesis, pudo tratarse de un altar prerromano posiblemente dedicado al Marte indígena y en el que probablemente se realizaban sacrificios rituales, generalmente de animales... en fin... nosotros a lo nuestro, parada, foto y fonda, jajja!!
Con la tripa llena, como se dice comunmente, el resto de la ruta se hizo más distendida, con la salvedad de la la última subida, un repechón plagado de grava que nos hizo resoplar como a caballos.
Gracias a todos por haber hecho el esfuerzo de acudir, ya que se que alguno pospuso su salida de Madrid por echar una buena mañana, que creo que efectivamente fue así. La ruta propuesta por Merlo no ha tenido desperdicio, completa, amena y divertida. Los dolores de culo son normales cuando no montas mucho en bici, verdad Piquer Hinault??, jajjaj!!... habrá que ir haciendo callete!!. Aun queda algún compañero pendiente por estrenarse en el grupo...las circunstancias siempre mandan. Mucho ánimo Melero, seguro que para la próxima, porque la habrá, podremos compartir vino y tortilla.
Amigos, por los que vienen, Unai, por los que se van, Tío Dani... Carpe Diem, que nos quiten lo bailao...
Abrazos y hasta la siguiente.
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