sábado, 10 de septiembre de 2011

Neutral Milk Hotel_in the aeroplane over the sea [1998,domino]

No es fácil descubrir discos ni grupos especiales, pero cuando topas con algo realmente bueno, es muy sencillo reconocerlo. Los últimos fueron The Rural Alberta Advantage, que me fulminaron con su primer trabajo “Hometowns”, y ahora estos Neutral Milk Hotel con su ”In The Aeroplane Over The Sea”.

¿Y que vais a encontraros?... pues básicamente un disco enorme que seguro os va a gustar desde la primera escucha, a no ser que tengáis algo en contra de sonidos un poco arriesgados. Pero incluso en ese caso, las canciones son tan buenas que es posible que incluso os olvidéis de que a veces suena un poquito fuera de los cánones a los que nos tienen acostumbrados.

A mi me recuerdan un poco a los Decemberists, de los que algún día hablaré, pero menos teatrales y un poquito más gamberros. Folk, rock, indie,... bueno, ya sabéis... todas esas cosas que le gustan a los modernos gafapasta como yo, jajja!!.

El segundo álbum de Neutral Milk Hotel, en realidad viene a ser un proyecto concebido casi íntegramente por Jeff Mágnum, cantante y compositor, un genio que desde entonces nunca ha vuelto a grabar un álbum en estudio. Parece ser que Mágnum se encontraba obsesionado con la lectura del “Diario Ana Frank” y las canciones de “In the Aeroplane Over the Sea” hacen constantes alusiones a la segunda guerra mundial, a la muerte y a la soledad .

Musicalmente el álbum es único. Una combinación de sonidos crudos y gentiles, el uso de instrumentaciones no tradicionales del rock como gaitas, trompetas y otros vientos crean atmósferas bellas y melodías deliciosas alternando con una actitud un tanto punk que genera una identidad insólita en el sonido del grupo. Seguro que gente como Beirut pueden asegurar haber sido influenciados por ellos. 

El álbum no posee ninguna canción de relleno. Cada uno de los 11 temas es excepcional, desde la intensidad acústica de “Two-Headed Boy” hasta la belleza sonora de “King of Carrot Flowers (Part 1)”, pasando por el rock acompañado de gaitas de “Untitled” o la oscura “Oh, Comely”.

Al principio la voz de Mágnum puede dejar un gusto extraño, pero uno se va sumergiendo cada vez más en las texturas del disco, diferenciando los matices musicales y captando las intensidades emocionales que tiñen las interpretaciones, y te olvidas de voces y de historias, aún estando tan mal producido como lo está.

Uno de esos discos que puedes escuchar una y otra vez sin que te produzca fatiga alguna. Diez sobre diez amigos. Ahí van 2 videos de la misma canción, uno en directo en el que el sonido no es nada bueno y otro muy trabajado que he encontrado dando vueltas por youtube.
Que os gusten!!



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