miércoles, 15 de febrero de 2012

La Cumbrecita. El mirador de La Caldera

Es importante, aunque vayas bien documentado, pasar por alguna oficina de información. En ellas siempre te puedes enterar de detalles o peculiaridades del sitio que visitas. Sin ir más lejos, gracias a una de ellas, nos percataron de la particularidad nubosa de la isla. Ésta, más que dividirse entre norte y sur, lo hace entre este y oeste. El este y noreste es donde se suele acumular la nubosidad (en caso de haberla), en cambio en el oeste y suroeste suelen disfrutar de mejor tiempo. Esto se explica por la cadena montañosa que separa la isla perpendicularmente que hace que la nubosidad arrastrada por los vientos alisios topen con la costa este-noreste y quede ahí atascada. En fin, detalle importante, porque viendo la previsión meteorológica poco halagüeña de los días que íbamos a tener por delante en la isla, iba a determinar el orden de los desplazamientos y rutas.

Así pues, hoy decidimos acercarnos al mirador de La Cumbrecita, un fascinante balcón desde el que se puede apreciar la belleza de la Caldera de Taburiente y la cadena de picos de la misma. Si algún día tienes la posibilidad de visitar la isla y te apetece acercarte, ándate al loro, porque tendrás que hacer reserva anticipada para acceder al lugar, pues es un paraje protegido. Viene a ser esto...


Puesto que andábamos bastante cerca, decidimos acercarnos a Los Llanos de Aridane, segunda población en importancia de la isla, o quizás primera... entre ellos mismos no está muy clara la capitalidad de Santa Cruz. Esta situada al oeste de la isla, a sotavento y solana de la misma, lo que constituye una ubicación muy favorable, además esta zona de la isla está bien regada y tienes menores pendientes que en las zonas restantes, de ahí le viene el nombre a la ciudad. Motor económico de la isla obtiene del plátano y el turismo sus mayores beneficios. Es el municipio más poblado, y destaca por la multicultura de sus habitantes. Más de 15 países están representados entre sus vecinos destacando alemanes, venezolanos y cubanos entre los más numerosos.


Y para rematar, decidimos acercarnos a Tazacorte, o más bien, a su puerto, separado del núcleo urbano por algunos kilómetros. Resultó ser un lugar bastante tranquilo, con pinceladas hippys y donde nos apretamos unos pescados con papas arrugadas y mojo que nos dejaron como nuevos... un sitio con encanto...


Que invento lo de las fotos panorámicas, chacho!!

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